Vincent afirmaba que su Black Shadow era «la motocicleta de serie más rápida y segura del mundo», y no se trataba de una afirmación arrogante.

Fué el modelo más alto en la gama Vincent hasta el cierre de la planta, en 1955.

Un asiento cómodo y una mejor suspensión de la rueda trasera proporcionaban mayor confort de conducción; sin duda la «sombra» fue una de las motos más potente y rápida que se podía comprar en la época.

Ésto ya lo demostró Rollei Free, el 13 de Septiembre de 1948 en Bonneville, cuando intentó batir el récord norteamericano de velocidad con una Vincent Black Shadow a la que se le habían retirado algunos de sus componentes para aligerar el peso. El piloto se vistió con un minúsculo casco, un bañador y unas zapatillas. Desde un coche, al lado de la moto, se hicieron unas de las fotos más famosas de la historia del motociclismo, y es que ese día el piloto estableció el récord de velocidad en 150,313 millas por hora (241 Km/h).

VENDIDA.